lunes, 27 de septiembre de 2010

Nuestro Salvador





Hoy les dejo uno de los excelentes y divertidos cuentos del libro Plagio y mal gusto de Pablo Doti, para que vayan sabiendo qué pueden encontrar en él. La ilustración que lo acompaña es mía, como ya dije antes. Espero que lo disfruten!!!!!






Nuestro Salvador

Huracán Ramírez desapareció hace ya 20 años. La leyenda cuenta que el luchador sucumbió enfrentando al mimísimo Satanás, dicen; también, que Huracán le vendió el alma a cambio de fama, gloria y poder. Lo entiendo. Después de todo ¿qué más podemos pedir en la vida?
La última vez que se lo vio fue luego de una contienda, magistral enfrentamiento por cierto, en la que Huracán venció al Chicano Rodríguez y a Victorica Martínez. El triunfo fue fantástico: nadie, nunca, los había vencido. Además, la pelea quedó en los anales del catch porque Huracán estaba perdiendo; lógico si se enfrentó a Chicano y Victorica; sin embargo, en el último minuto; cuando ya nadie apostaba un centavo por ese luchador venido del bajo, por ese gordo torpe pero duro para aguantar palizas - eso sí – Huracán sacó fuerzas de quién sabe dónde y molió a puñetazos al Chicano mientras aguantaba las sillas que por la espalda le rompía Victorica. Después, cuando el Chicano apenas era una masa sanguinolenta en el piso, Huracán se levanto, clavó dos ojos de fuego en Victorica y de un cabezazo lo mató. Esa noche Huracán accedió al Olimpo de los luchadores, entró por la puerta grande; como dicen.
Luego, cuando el fervor popular lo liberó, Huracán fue al camerino, tomó unos tequilas con Blue Demon y partió. Cuenta Blue Demon, que después de beber, Huracán le dijo que todavía le quedaba algo por arreglar, que la lucha no había terminado, aún queda el round más difícil manito; le dijo Ramírez. Entonces el luchador salió por la puerta trasera para nunca más volver. Blue Demon cuenta también que esa vez lo notó sombrío. Aún tengo la imagen de Huracán internándose en la calle oscura, lo veo aún caminando, cabeza gacha; hacía la esquina. Esa fue la última vez.
Después la leyenda, las palabras que tratan de explicar lo que no podemos entender, lo que no podemos ver. Entonces las fábulas. Algunos dicen que Huracán sucumbió peleando con Satán, otros dicen que lo venció y ahora es él quien gobierna las tinieblas. Yo, particularmente, siempre le creí a mi abuelo, que me contó que Huracán peleó con el diablo, que se arrepintió en el último minuto de haber pactado con él y que luchó hasta caer muerto, pero glorioso. También, agregaba el viejo en las interminables tardes que pasé escuchándolo, Huracán volvería algún día. Cuando lo necesitásemos, él volvería.
Siempre fueron muchas las conjeturas que se tejieron en torno a Huracán, pero nunca; y digo nunca porque nunca, ni en lo más lejano de mis ácidos viajes; se me hubiese ocurrido pensar algo como lo que ahora estoy presenciando. Creo que la situación en la que estamos los pocos que aún vivimos amerita, tal vez; ya que el fin parece que es éste; la cantidad de sucesos catastróficos y terribles – aunque también alucinados y fantásticos – que estoy viendo.
Esta mañana, cuando el terremoto empezó temí, temí mucho por los míos; aún temo porque no hay manera de moverse de aquí, no hay ningún tipo de comunicación y todavía, seis horas ya; no ha parado de temblar. El mundo se está viniendo abajo, las grietas que se han abierto en todos lados son un pasaje seguro al infierno. Todavía resisto porque logré subir acá. Aunque el terremoto no sería tan terrible si no hubiesen empezado a salir todos esos demonios por las grietas, todos esos demonios que comenzaron a matar a la gente allá fuera. Pero una esperanza, tal vez, desde aquí no estoy seguro que sea él; apareció. Si mal no estoy el que está allá, el que está peleando con los demonios es Huracán Ramírez, ha vuelto. Ha surgido, como ellos, desde el averno. Sin embargo los está enfrentando. Veo a la gente ponerse detrás de Huracán y a él resistir los embates y devolver golpes. No sé qué pensar ya, pero son las palabras de mi abuelo las que me dan fuerza para aguantar. Sólo espero haya estado en lo correcto, espero que Huracán haya vuelto a salvarnos. Si no es así, que Dios nos ampare.

PLAGIO Y MAL GUSTO



ZEDICIONES presenta el libro de cuentos de Pablo Doti López "PLAGIO Y MAL GUSTO".
Los cuentos son de Pablo y las ilustraciones mías.
Espero verlos en la feria, hay sorpresas durante la presentación. Va a ser muy divertida.
El horario de inicio es a las 20.30 hs en la feria INDYGENTES, en el subsuelo del ECA.
Entrar sin preguntar ni pagar y bajar al subsuelo.